El papel hidrófugo está recomendado para la protección de superficies de agentes como el polvo, suciedad variada y rastros de pintura. Para tapar y proteger suelos u otras superficies mayores (preferiblemente horizontales) en su preparación previa a un trabajo de pintado o esmaltado. Otros usos en embalaje en general y como intercalador entre productos delicados.